Un libro húmedo que no se trata puede convertirse rápidamente en moho, lo que lo destrozará para siempre. Incluso un libro que se humedezca ligeramente puede sufrir este destino.
No dejes que esto ocurra con tus preciosos tomos. Si notas que un libro se ha humedecido un poco, realiza acciones inmediatas usando los siguientes pasos:
1. Si derramas agua en un libro y puedes atenderlo inmediatamente, coge el libro y colócalo lejos del charco. Coge rápidamente algunos trozos de papel de cocina y seca las páginas. Toca las páginas con el papel de cocina y presiona firmemente, pero no frotes. Sigue haciendo esto hasta que el papel de cocina deje de absorber humedad.
2. Si tienes un libro que ha estado húmedo durante un poco de tiempo o que has secado recientemente usando el método descrito en el paso 1, monta tu tabla de planchar. Calienta la plancha a fuerza media.
3. Coloca el libro húmedo en la tabla de planchar sobre su cubierta trasera. Abre el libro por la primera página húmeda, y cubre la página con un pañuelo facial. Plancha la página a través del pañuelo rápida y suavemente.
4. Ve pasando las páginas del libro una cada vez, planchando cada página a través del papel facial. El calor secará las páginas rápidamente y suavizará las que se han combado después de empezar a secarse.
5. Repite el proceso de planchado con cada libro.
6. Si el libro seco huele un poco a moho pero no muestra otros signos, déjalo fuera durante unas pocas horas en un día seco, soleado y cálido. Si es posible, coloca el libro de pie sobre su borde y dispersa un poco las páginas para que todas ellas tengan la oportunidad de airearse.
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