Como lo sabe cualquier familia que tiene un perro como mascota, tener uno no se trata sólo de llevarlo a pasear y al veterinario de vez en cuando.
1. El perro y los muebles de la casa
Cuando tienes perro, tal vez puedas resignarte a tener algunas alfombras y sofás dañados, pero con mucho tiempo de ejercicio positivo deberías poder minimizar el daño (los perros de más edad no necesitan tanto ejercicio, pero asegúrate de que salgan regularmente en lugar de dejar que se aburran en tu sillón favorito).
Cuando tienes un perro, los pisos preferidos deben ser los que se desgastan poco y son fáciles de limpiar. Por ejemplo, madera, mosaico, o mosaicos de vinilo con respaldo de hule en la cocina, pasillos y otras áreas donde el perro pasa más tiempo. En otras habitaciones donde tu perro puede estar, ten alfombras tratadas previamente contra manchas (es más probable que estas sean de materiales sintéticos en lugar de lana natural o de pelo largo).
2. Lugares prohibidos
Tú decides los límites para tu perro. Con unas cuantas reglas gentiles pero firmes sabrá que no está bien ir al piso superior o a los dormitorios. Si te parece bien que tu perro vaya donde quiera, está bien, pero ten en mente que esto significa que habrá más lugares que deberás limpiar regularmente en profundidad.
Si necesitas entrenar a tu perro o cachorro para estar en la casa, utiliza los accesos a la escalera u otras barreras fijas para marcar las áreas prohibidas mientras se acostumbra a conocer su territorio.
Aunque vivir en un mundo inmaculado y libre de gérmenes no nos va a hacer ningún bien, en verdad trata de evitar que tu perro duerma en la cama con cualquier miembro de tu familia – las pulgas y otros bichos existen, aun en los perros mejor atendidos.
3. Elimina las pulgas
Así como tratas a tu perro contra las pulgas, es importante deshacerse de las pulgas de perro que hay en tu hogar. Utiliza productos especializados para las partes bajas de tus muebles, alfombras, entre otros. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante porque es importante mantener a tu familia a salvo de los vapores que se generan.
4. Cómo limpiar cuando ensucia
Si tu perro ha orinado o defecado en la casa, asegúrate de limpiar perfectamente el área con un limpiador adecuado, seguro para mascotas, diseñado especialmente para esto. Otros limpiadores domésticos comunes, especialmente los que contienen amoniaco, realmente no sirven bien para este trabajo.
Limpiar rápidamente ayudará a eliminar la suciedad y el mal olor, y tu perro no volverá a relacionar esa zona con el lugar para hacer sus cosas otra vez (tal vez tengas que vigilarlo durante algunas semanas en caso de que vuelva a visitar ese lugar para el mismo propósito).
Asegúrate de tener esteras removibles y fáciles de limpiar debajo de cualquier lugar donde tu perro pasa el tiempo – como su cesta, y sus tazones para agua y comida. Así el alimento del perro y otros residuos caerán sobre algo que puedas limpiar en lugar de dispersarse por toda la casa. Todos los productos de limpieza que se utilicen en una casa que tiene mascotas deben ser seguros para los animales si hay riesgo de que tengan contacto con los químicos que se utilizan durante el proceso de limpieza.
5.Higiene en el jardín
Escoge una parte específica de tu jardín para designarla como el lugar donde tu perro va a defecar. Aun si la mayoría de las veces sacas a tu perro a pasear, necesitarás un lugar exterior en tu casa para los días en que no es posible salir a tomar un paseo largo, por la razón que sea. A la larga, llevar a tu perro con regularidad al mismo lugar hará que la limpieza sea mucho más fácil porque sabrás dónde buscar sus desechos.
Asegúrate de enterrar bien las heces cuando termine. El consejo oficial es que se deben enterrar o desechar por el inodoro, no ponerlas en la basura del jardín ni en las latas de basura de la casa para que se las lleve el camión recolector.
Se pueden encontrar huevos de lombrices en las heces de los perros. Cuando alguien las pisa y entra en la casa, o cuando se quedan en el pasto donde los niños podrían no verlas cuando están afuera jugando, podría existir un grave riesgo para la salud. De hecho, algunos huevos pueden quedarse activos en la tierra por varios años después de que las heces fueron eliminadas por la lluvia, por eso es extremadamente importante recogerlas en cuanto las deja el perro.
La materia fecal de los perros puede causar malestar estomacal, dolor de garganta o asma, y en raros casos hasta ceguera. Cuando lo saques a pasear, asegúrate de llevar una pala o bolsas plásticas para recoger los desechos, y deshazte de ellos en la forma correcta, de preferencia en un contenedor designado especialmente para los desechos del perro.
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